Se anticipa que la cadena global de poliéster enfrentará dos desarrollos importantes en la primera mitad de 2025. En primer lugar, las tensiones geopolíticas continúan causando amplias fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo crudo. Esto ha llevado a una inestabilidad extrema en el soporte de costos para el PX y el PTA, las materias primas directas para el poliéster, lo que resulta en una volatilidad significativa de los precios del filamento de poliéster y la fibra cortada. Como resultado, las empresas textiles downstream están adoptando una estrategia de adquisición más cautelosa.

En segundo lugar, y más significativamente para la industria, es un avance tecnológico: una importante empresa química china ha anunciado la comercialización exitosa de su instalación de producción de PTA (Ácido Tereftálico Purificado) a gran escala de base biológica. Esta tecnología utiliza biomasa no alimentaria como materia prima y ha reducido con éxito las emisiones de carbono en aproximadamente un 60% en comparación con la producción tradicional de poliéster a base de petróleo. Este logro innovador, certificado por estándares autorizados como el Global Recycled Standard (GRS), está a punto de redefinir fundamentalmente el "poliéster verde" y acelerar la adopción de materiales sostenibles de próxima generación por parte de las marcas de moda y textiles.